Quantcast
Channel: lahoradelbagel
Viewing all 85 articles
Browse latest View live

DAMUNT UN CEL DE FIL. Sus Vegetarianas Majestades en Terrassa.

$
0
0
DAMUNT UN CEL DE FIL, Portal Nou 9, Terrassa, Home of the Braves y de vegetarianos redimidos.
Post sorpresa por un par de razones el que les traigo hoy. Primero porque salimos de Barcelona y nos vamos a la paradisíaca tierra de los paisanos egarenses, y segundo porque les hablo de un restaurante vegetariano con solera en la ciudad. Efectivamente, tras varios post carnívoros para caníbales sin perdón cambiamos de tercio y nos vamos a la saludable opción vegetariana que como saben perfectamente tenemos abandonada en el blog. Tocaba dar opción al sector anticarne, y nos encanta el restaurante que les traemos hoy.
Un veterano en la lucha anticrisis, un superviviente con clase y ante todo una grandísima opción si buscan un menú por 11€ de los que valen la pena y son diferentes. Menos bistecs con patatas y más cremas de verdura. Y si por si acaso quieren sumar otro plus para dejarse caer, miren la foto del principio e imaginen una antigua nave industrial modernista reconvertida en espacio multiusos y cultural. De la cocina al arte. Piensen en una velada en el callejón de los milagros y las alegrías, apartados del mundanal ruido y dejándose llevar por algún músico que toca en el interior. El verano en el Cel.
Aquí lo que ofrecen humildemente pero con contundencia cada mediodía. Buffet libre de ensaladas o sopa/crema y segundo a elegir. El día de la afortunada visita, esto:
 Decir que por la noche cambian la carta y se ofrecen piadinas, bocadillos y otros muchos platos a la carta.
Nosotros nos decidimos por las ensaladas variadas y por compartir los dos segundos, por aquello de probar de todo un poco y no quedarnos con la duda de si nos perdíamos algo maravilloso. Y no pasó.

Ensaladas de garbanzos, lentejas, de pasta, de tomate, cuscús, patata, y un largo etcétera variado. Complementos, o "toppings" como se les llama ahora, del tipo frutos secos o salsas al gusto.
 No nos cortamos y nos fuimos a por un poco de todo.
 El primer paso fue exitoso. Pero el segundo, y más concretamente este segundo, fue memorable. Una fideuà de puerros, gírgoles y piñones que por sí misma ya merecía estos elogios, pero que al añadírsele uno de los mejores all i oli que nunca probé hacía subir el plato a la categoría de sublime. All i oli de aguacate y frutos secos. MARAVILLA en salsa. Justo de retrogusto al ajillo pero con personalidad identitaria. Y una textura e impresión inicial que lo acercaba peligrosamente al pesto. De hecho se sugirió, tal vez por el efecto del vino, el uso del término "pestalloli" para definirlo, aunque por razones obvias de vergüenza se desdeñó de inmediato.
 Tras esta gran experiencia, nos dividimos el otro segundo. Una buena mousse de verduras con avellanas, calabaza y brie. Mejor sabor, textura y en boca que la foto. No lo duden ni un momento. Un pastel de verduras contundente y sabroso. Y aún dirán que comer verduras es aburrido... Qué atrevida es la ignorancia. Mención para los fideos que acompañan el plato
 De postre, dos clásicos. Un Mel i Mató de aquellos por los que vale la pena viajar muchos kilómetros para darse un gusto orgiástico y una tarta de chocolate que bueno, pues sí, lo mismo que la anterior. Acertando, y eso que la oferta de postres era prácticamente infinita...

Restaurante con discurso, con filosofía, cocina y con una oferta muy atractiva. Honestidad, buen hacer, humildad y local lleno para comer cada día. 
En Terrassa no hay muchos locales estrictamente vegetarianos, es cierto. Pero si yo viviese otra vez en la ciudad o en los alrededores, no dejaría de ir. Porque vale la pena y porque sorprenden sus creaciones día a día. No se conforman y siguen evolucionando. Aún recuerdo unos makis (vegetarianos, evidentemente) que comí hace años allí mismo. Volver.
El callejón de los milagros, de las alegrías y de sus vegetarianas majestades.



PS: Siento la galería de Instagram a la derecha. Poco vegetal presente...

SODA BUS. Propera parada, burgerhunters en el Eixample.

$
0
0
SODA BUS, esquina Aribau/Rosselló, Eixample, Barcelona.
 El Soda Bus es un antiquísimo local que hace cosa de un año más o menos cambió el estilo y temática que hasta entonces había seguido hacia una arriesgada apuesta mucho más desenfadada, llegando incluso a cambiar de nombre (anteriormente Baltà 1900). Un local centenario en el que el espacio que corresponde a la calle Aribau era y es un clásico del barrio, con una especie de semiterraza que ocupa parte de la acera. Pero lo arriesgado de la apuesta es principalmente el atrezzo interior. Sí, ven bien, han metido una especie de autobús en el interior. ¿O es que pensaban que el nombre era el apellido de alguien?
 A ver, que no voy a ser yo el que diga si está mejor o peor que antes...simplemente, es y está. Ustedes deciden si se dejan caer lo que les parece. Arriesgado. Aunque lo que realmente es preocupante es la poca afluencia un mediodía cualquiera esta semana. En el salón exterior, hay otro dentro que da al chaflán, estaba completamente solo. Mala señal.
En Soda Bus otra cosa tal vez no tengan, pero optimismo a raudales. En la cristalera tienen anuncios acerca de las mejores hamburguesas de la ciudad, y claro, eso es muy peligroso. Porque, seamos serios, no lo son. Están bastante bien y pueden llegar a sorprender si vas sin información previa, pero si las publicitas como las mejores en una ciudad con overbooking de hamburgueserías Top, pues te arriesgas a que te analicen según tus hechos. Tienen 5 tipos de hamburguesa con precios entre los 7 y los 9€, así que no son excesivamente baratas tampoco. Eso sí, vienen patatas fritas incluídas y eso siempre está bien. Mención especial el nombre de las burgers, que son puro amor musical.
Así, tenemos un local con historia que ha mutado hacia un salón con un autobús en la barra y una carta sintética pero interesante en el que los bocatas (también tienen menú mediodía) son protagonistas. Vayamos a ver esa hamburguesa de 8.5€.
Elegí, como no podía ser de otra forma porque ya me conocen, la Supertramp por aquello del Breakfast in America y por el bacon; qué carajo. El huevo debiera haber estado algo menos cocinado y hubiese ganado enteros y algo más de cremosidad. Buen pan, de Turris al parecer, como en Meatpacking.
Comentar también el exceso de lechuga en la hamburguesa, para mi gusto. Cuando hice las fotos ya me había jalado media ración de la misma, con lo que pueden imaginar que antes de ello lo que había era una ensalada deconstruída o un jardín colgante babilónico.
Las patatas bastante bien. Del tipo "son caseras y por lo tanto mejores" que tanto nos gustan y que por suerte son ya opción mayoritaria en la ciudad. Quién os iba a decir que las congeladas iban a pasar a mejor vida... Como las baguettes de gasolinera, eh... Lo celebramos. Eso sí, arriba las bonitas y en el culo del vaso los trozos pequeños y restos varios. Pero en su punto.
Muy del estilo Anauco, ¿las recuerdan? Recomendables, y al venir incluídas en el precio hace que te ahorres pasta al no tener que pedir un acompañante o que veas el precio de la hamburguesa con mejores ojos...
Soda Bus es una opción muy correcta para un #burgerhunters. Me preocupa su falta de público, espero que puntual, pero en todo caso si son amantes de las hamburguesas no creo que les decepcione. No está al nivel de los grandes porque la competencia es feroz, y por eso mismo no deberían utilizar el gancho del cartel exterior diciendo lo contrario. Pero se come bien, son atentos y tienen Wifi gratis. ¿Qué más se puede pedir?
Denle una oportunidad, no es el local que era antaño e igual les gusta más ahora. Larga vida al bocata (y tienen roastbeef, para futuras visitas...).

TAVERNA HOFMANN. La garantía de la marca Mey.

$
0
0
TAVERNA HOFMANN, Girona con Diagonal, Barcelofmann.

Podría haber titulado este post con un escueto "Esta gente lo hace todo bien" y me hubiese quedado tan ancho, pero no es preceptivo tomarse esas licencias con los Grandes. A Mey Hofmann se la debería reverenciar por casi todo pero si tuviese que escoger algo que nadie más hace o al menos no como ellos, sería ese maravilloso croissant de mascarpone que elaboran en su obrador del Born. Podría hablarles de su restaurante con estrella, pero la verdad, el croissant es más barato y lo hemos catado de verdad y lo conocemos. Pastelería, restaurante con estrella, Taverna a precios más bajos (que no populares del todo) y algo más que nos dejamos, seguro. Y todo con un sello muy personal. 

Evidentemente por esta cuestión que pesa siempre en nuestras decisiones, la del precio, arribamos a Hofmann porque unos familiares nos habían invitado, por supuesto. Saben de nuestro gusto por el bocata, la hamburguesa, el pastrami y demás manjares a precios más reducidos. Sólo nos permitimos locales con clase y glamous cuando alguien civilizado nos lleva de la mano. Entonces le enviamos un "fuck you" kaspariano a los bocatas y nos sentimos muy bien. 

Hofmann fue una cena maravillosa (no sólo por la invitación) en todos los sentidos. Un local agradable sin gilipolleces violanescas (cuánto daño ha hecho), un ambiente tranquilo, un servicio encantador y una comida de primera. Sin artificio, sin engaño y sin fórmulas o menús para compartir para ahorrar en las que luego no se ahorra. Aquí los precios y la carta.
No hace falta comentar que nos hubiese encantado poder testear muchos más platos de la misma. En especial los arroces y el cap i pota, del que soy devoto cofrade.
Empezamos con un pan elaborado por ellos mismos que era una absoluta delicia. Me uno a la pregunta del señor Arenós en el sentido de que sólo les falta una panadería para cuadrar el círculo... Alta categoría y un romero que le daba ese toque. Ése.
Compartimos después unos entrantes humildes pero resultones aunque de dispar éxito. Muy buenas las croquetas de pollo. Nivel alto. 5 unidades a 7'5€.
Bien aunque sin ser excelentes para nuestro gusto los buñuelos de bacalao.
Algo flojas, tal vez lo menos afortunado de la cena, las patatas bravas. Al ver el exceso de salsa avisaba cual animal exótico venenoso: mejor no tocar demasiado. No es que fuesen malas ya que la patata en sí era correcta, pero tanta salsa y no ser gran cosa por sí misma, hacían descender la calidad del conjunto. Vaya que las pueden pedir sin problema e incluso pican como deben, pero esperaba algo mejor, más acorde al resto del conjunto y principalmente a los segundos platos.
Para finalizar los entrantes, unos bocaditos de Pulpo con milhojas de patata y pimienta roja. Increíble textura y sabor del octópodo. No son gallegos pero qué forma de trabajarlo. Una ración pequeña pero un conjunto de quitarse el sombrero hipster que llevan puesto ahora mismo. Mención especial el recipiente en el que lo sirven, una especie de media botella de vidrio muy curiosa.
Y pasemos a los segundos; en especial a los dos de los que guardamos foto digna. Un mar i muntanya, un dueto de alta calidad que justificarían la visita a la Taverna por sí mismos.
Yo, no podía ser de otra forma, opté por la carne tras un intenso debate interior por si no debiera escoger el pescado. Pero qué leches, a quién vamos a engañar. Opté por una de las sugerencias del día, el Garrí acompañado de plátano frito. Puro espectáculo, puro amor a la brasa, una pieza por la que convertirse al carnivorismo. En su punto, delicioso, crujiente donde debía y tierno en el resto. Maravilloso sabor, punto de cocción, técnica y resultado final. Para repetir.
En un nivel similar, la opción pescadera: Bacalao con alcachofa, boniato y pil-pil de vainilla. Sí, han leído bien, vainilla. Delicioso sin discusión. Muy bien el punto de la alcachofa, pero el del bacalao maravilla hecha pescado. Desgajándose poco a poco inmerso en una baño de suave vainilla. No lo creerían.
Para el final, los vasitos de postre. Especialidad de la casa. Presentados en una gran bandeja una gran variedad de los mismos, en este caso nos decantamos por un yogur con fresas del que no hay foto y por un tiramisú ligero y delicioso como el que nos acompaña aquí. Qué decir del tiramisú que no sepan ya... Se pide siempre y punto.
Como ven, la Taverna Hofmann es versátil y está al alcance de casi todo el mundo. Siempre se debe vigilar con las bebidas y los postres y la cuenta no se disparará. Sé perfectamente que es difícil hacerlo, pero si beben sin vino y mesuran el final de la comida, se puede salir por menos de 30€ y disfrutar muchísimo. Si no, pues sobre 40. Ustedes mismos.
En nuestro caso volveremos cuando cobremos los atrasos porque ya estamos saliendo de la crisis, que lo han dicho en la tele. Gran experiencia.

FOC I OLI. Fuego, aceite y chivito. Historia de un pequeño local.

$
0
0
FOC I OLI, Aribau con Mallorca, Barceloli a todo fuego.

Hoy toca un post muy corto y bien concentrado como el local que nos ocupa. En la esquina de Aribau con Mallorca en pleno Eixample Home of the Braves, nos encontramos con un minúsculo y bastante joven local en el que comer bocadillos de alto nivel. Al decir minúsculo es que el aforo debe ser de unas 10 personas siendo generosos, entre barra cara a la cocina o barra cara a la pared o vidriera. Minúsculo y cachondo. Éste es el local que les enseñé hace meses en Twitter en el que como nombre provisional antes de abrir tenían un cartel de "Pollos Hermanos". Genial.
Una alianza franco-uruguaya como explican en su web que esconde más de lo que es visible desde fuera...

Llegué a Foc i Oli por dos motivos. El primero porque paso por la puerta casi cada día y era difícil no acabar entrando siendo un zampabollos del tamaño del ego de un/a gastrocanapero palmero. La segunda, porque uno de los referentes gastronómicos en la ciudad y del que estoy enamorado lo incluyó en su selección de bocadillos a seguir la pista en Barcelona. Su palabra es Ley, aunque a veces las leyes se desobedecen y nos encanta. Por eso fui, a ver si tenía que dar una opinión a la contra.
¿Qué se come en Foc i Oli entre clientes hambrientos y peligrosos? Bocatas. Hamburguesas. Carnes. Pollo. Y el Chivito. ¿Y qué es un chivito? Pues un bocata, en este caso de origen uruguayo, que consiste en meter un entrecot o lomo de ternera con muchas cosas entre pan. Jamón dulce, queso, cebolla, pimiento, tomate, lechuga... Una bomba de las que a priori ya nos tiene ganado el corazón. Al final la cosa es así:
Sin dudarlo, maravilloso. Gordil y encantador. Y qué maravilla de patatas!! De las de verdad. Muerte y destrucción al congelado.
 Por dentro, a modo de disección (obviar si son muy tiquismiquis con las fotos):
Un bocadillo de categoría en local a descubrir por los que gustan de pequeños secretos.
Los únicos peros a la experiencia son dos a mi modo de ver: la cocina es tan minúscula que no puedes esperar a que el cocinero acelere los pedidos. Prácticamente uno a uno, con calma y buen hacer. Si llegas en hora punta y hay 8 clientes sentados delante tuyo igual tienes que esperar un rato. Mira por la ventana y ve pasar el tiempo que no vuelve. Y dos, el pan que corona tan magno bocata. Es briox. Para lo bueno y lo malo. Lo bueno es que es suave, dulce y te lo comes sin darte cuenta. Lo malo, que se rompe, no es firme y el interior se desparrama por el plato cual cascada de Iguazú (que no está en Uruguay, no se exciten). Precio, sobre 8-9€.
En conjunto una buena experiencia, merecedora de otra visita. Larga vida al Chivito!!

OMA Bistró. Las dos caras de la verdad (?).

$
0
0
OMA Bistró, Consell de Cent 277 esquina Casanova, junto al futuro Brewdog Bar.

OMA Bistró es un nuevo local en la ciudad pero antes de ir crees que ya lo has visitado un poco. Reinterpreta (por no decir que sigue la misma estela) el estereotipo de local moderno típico y tópico que se ha hecho norma en esta ciudad. A saber: estética semiindustrial, desconches en la pared, madera a cascoporro, mesas comunitarias para compartir, sofás y muebles en general viejunos, pasteles caseros y cafés virgueros, etc. No me digan que no les suena. Por eso mismo debiera ofrecer algo distintivo y distinto y por suerte lo hace. Para empezar, tienen 6 tiradores de cerveza artesana, lo cual no es normal en este tipo de local (por suerte cada vez más normal). Le sigue el hecho de que ofrece un menú mediodía entre semana más que interesante y acaba ofreciendo BAGELS. Sí, sólo por eso merecía la visita, pero vamos a dejar el comentario para más adelante.
El ambiente en OMA es más que agradable. Servicio atento, buena música, gente con clase como yo y todo eso; una carta extensa y propuestas a priori más que interesantes. Dependiendo del día de la semana tienes opción menú u opción brunch (que no esmorzar de forquilla), quedando éste último para el fin de semana, evidentemente. Y por eso visité el local dos días seguidos, viernes y sábado, para probar todo lo que pudiese y parecer súper profesional como hacen los periodistas de verdad (o eso dicen que hacen que me lo han contao).

Viernes, 13:30h, menú de dos platos, postre, agua y pan. 12€Impresión general, muy correcto. Recomendable sin duda por su calidad y relación con el precio que aún sin ser barato cumple con su cometido y la experiencia es más que satisfactoria. Comprobarán que falta el segundo plato (profesional, ja!) por un error con la foto que creía haber hecho. Vayamos.
De primero, un risotto verde muy curioso que no era ni albahaca ni plancton a lo Ángel León. Debiera ser rúcula, pero no era amargo...Da igual, como esto es un blog no tienen que tener tampoco toda la información precisa. Lo rojo eran tomates cherry que siempre visten mucho. Parmesano detallista.
 De segundo un estimable pastel de carne con aspecto de lasagna y textura de puré de patatas trufado con carne con tomate. Y mucho queso. Me encantó y es una lástima que no lo puedan ver. Me cuentan que las lentejas que se ofrecían ese mismo día eran muy buenas también...

Para probar algo más de la oferta escogí una minihamburguesa, pero no acabó de estar a la altura. 3€ por un bocado poco interesante, poco sabroso y que además era acompañado por unas chips algo fuera de forma...

 No vale lo que cuesta, sinceramente. Y no es muy atractiva visualmente para lo que se estila en estos tiempos.
 De postre una crema catalana que me satisfizo como los dos platos anteriores del menú y que no tenía exceso de azúcar quemado.


Sábado, 13:15h, prueba de bagels y pastrami.
Si el día anterior se saldó con una experiencia más que positiva en lo referente al buen menú probado, el día de autos fue algo más confuso. Digo confuso porque si bien la experiencia a nivel gastronómico no tiene pega alguna, hablando en términos generales fue una pequeña decepción. Principalmente por un pequeó pero importante detalle: el precio. Excesivo desde nuestro punto de vista. Lícitos y con algún sentido, pero fuera de mercado según mi humilde opinión de comedor de bocadillos. No me gusta pensar que se traslade al hype del producto X un sobrecoste para el consumidor que vaya destinado a pagar la inversión en el local (cosa lógica), pero a veces nos pasamos, y según lo visto... No sé. Grandes bocadillos, grandes por altos, precios. Veamos.

Miss Bagel optó por el clásico bagel con salmón, aderezado en esta ocasión con unos fabulosos huevos benedict no monacales con su salsa holandesa y demás. Son bagels de Be my Bagel y se nota. Muy buenos. Buen salmón, buenos huevos, gran plato, pero 11€. A mi modo de ver, demasiado. Aunque en Picnic tenían benedict a 14 y se llenaba (ahora seguramente sigue haciéndolo).

Para mi, el sandwich de pastrami. Ya saben, demasiado tiempo sin aparecer por aquí, y yo por ustedes lo que sea. Un buen bocadillo, algo pequeño para mi gusto y lejos de las cantidades neoyorkinas, pero sabroso. Pastrami, cheddar no fallan jamás.
 Pueden ver bien el tamaño. ¿Cuánto creen que cuesta?
12€. Ustedes mismos, pero para mi, y repito para mi, es un exceso. Grande. No diremos nombres aquí pero se encuentran bocadillos similares, por no ser muy agresivo en la comparación, a unos 4€... Fuera de mercado. Ya no hablamos de un producto hiperdesconocido metido en pan de oro. Pastrami haberlo haylo y el pan es normal. Ese precio es un cazamodernos despistados estirados en un sofá. No volveré por el bocadillo.

Y podría volver por el menú, o por sus tartas, o por sus cervezas artesanas a 3.50€, pero no por sus bocadillos. Yo al menos lo tengo claro pero vayan y prueben. Tal vez no lo encuentren tan alejado a sus bolsillos y estoy en un error, como casi siempre.

Resumiendo, una experiencia de dos caras, positiva en el menú, no tanto por el precio en sus bocadillos. Local nuevo a probar. Pasen y nos cuentan.



PS: Ojo a la manzana de la cerveza artesana: OMA con 6, Biercab a punto de doblar sus 30 y Brewdog que se acercará según parece a los 20. Casi nada.

CHIVUO'S. El poder del Chivo y de las barbas.

$
0
0
CHIVUO'S, Torrent de l'Olla por encima de Lukumas, Gràcia artesana, Barcelona.
 No era intención postear esto con estas fotos que verán aquí debajo. No era intención actualizar con un post de una visita ya alejada en el tiempo. Pero no podía olvidar de forma intencionada este local, una de las agradables sorpresas en la ciudad en este final de año. No es que hayan abierto esto días, pero es un espacio joven y que aún crecerá mucho más, porque se percibe a primera vista. Hay talento y buen hacer, humildad y productazo.
Chivuo's, ya lo habrán intuído, es un local de bocadillos de categoría extra. Aquí tienen su breve carta y los precios. Comedidos y al alcance de todos, lejos de lujos modernos de discutible ética. La razón por la que estoy escribiendo esto y ustedes leyendo ahora mismo es que ayer mismo volvimos a tener la revelación del chivo en un evento moderner como pocos que más tarde les relataré. Pero la idea es la siguiente: en Chivuo's se come de maravilla y se bebe a la altura porque, Oh sí, tienen cervezas artesanas como mandan los cánones. Lo siento amigos, han llegado para quedarse, así que vayan olvidándose de la "cerveza" genérica que nos han colado durante demasiados años. Bebamos como comemos, bien, de verdad.

La noche de la visita a Chivuo's, con el descubridor del local y uno de nuestros enlaces en Gràcia, no fallamos en nada. Llegamos justo cuando una mesa quedaba libre, el local es pequeño y les tocará compartir mesa si se despistan, y las elecciones de la noche fueron un pleno sin discusión. Sólo decir que desde entonces no echo de menos la omnipresente hamburguesa, sino que me he hecho seguidor de la secta del cerdo desmigado (Pulled Pork para los puristas de Wisconsin). Luego corroboro. Aquí lo tienen con su salsa barbacoa y su coleslaw o ensalada americana de col, otra de mis grandes debilidades desde siempre. Un bocado de orgasmo cerdícola y colero. Uno de los bocatas del año.
 Patatazas al nivel, como pueden ver y que vienen como acompañante en la bandeja. La sublimación del arte de la patata, y como buenos comedores de las mismas, felices en que la gente ya de forma masiva haya abrazado el arte de la patata natural y la fritura com cal. Porque a ver, no costaba tanto...
La hamburguesa no la probé porque estaba adorando a mi nuevo Dios, pero vaya, por la pinta y las caras tipo Meg Ryan en Katz de mis acompañantes, no está nada, nada mal... Con su inseparable bacon crujiente!!
 El pollo a la parrilla sí que pude testearlo brevemente y la verdad, qué decir que no haya dicho ya. Pues más buen pollo y menos trufas en los menús pijeras. Y qué pan, maravilloso. Y la mayonesa de aguacate...
Así fue nuestra triunfal visita a Chivuo's local hace ya demasiado, pero es que ayer en uno de esos eventos modernos mezcla de mercado de artesanía, comidas, peinados imposibles y plató de fotos para Instagram como fue el All Those Food Market (nombre en inglés obligatorio por si hay cobertura de la CNN) en el maravilloso claustro de la UB. La verdad es que fue una experiencia más que recomendable, básicamente porque nos encontramos otra vez con esta gente y nos volvimos a meter un pulled pork a 4€ maravilloso. 
Creo que el pulled pork es la sentencia a mi frase "todo es bocadilleable". Carne como la que podrías encontrar en unos canelones nada tradicionales, pero en un bocadillo. El sueño de todo gorderas.
LA MARAVILLA. Y hasta aquí. El cerdo desmigado es EL camino.



EL RESUMEN (y el Ego) DEL AÑO 2014

$
0
0
Directamente: este no es un post sobre lo mejor del año. Básicamente porque es un post que trata sobre mi y lo que he hecho este año, así que de mejor, no sé yo. Pero es que quiero que ustedes sepan que hay vida fuera de este blog y que la hubo en algún momento durante estos meses. Aunque tal vez (no, seguro) sea tarde ya para algunos de los hitos de la temporada, otros siguen estando ahí y espero que los disfruten si tienen estómago, ganas y algo de gusto (o por el contrario, ninguno).

Ha sido un año muy intenso para este humilde bloguero. He podido participar en grandes proyectos con gente a la que admiro y que sé que me admira aunque me ha costado mucho tiempo en hacerles la pelota para poder participar en ellos, la verdad. Porque no creerán que es cosa de talento... No vayan a pensar que éste es un país normal.

Artículos por aquí y por allá, voces por las ondas y proyectos que siguen muy vivos y con perspectivas de futuro. Aquí les dejo mi obra, que para eso el blog es mío:

  • RADIO:
Hablar de radio este año 2014 es hablar de Gastrofreaks, sección del programa Anem d'Estiu de Ràdio4 de Goyo Prados durante todo el verano. Durante dos meses, julio y agosto, cada miércoles de 12:15 a 13h Carmen Alcaraz del Blanco me llevó a su casa a hablar, polemizar y explicar cosas que tal vez les interesaron. Experiencia maravillosa de la que aprendí muchísimo, como por ejemplo que en la ensaladilla rusa original ponían oso. Superad eso, gourmands.
Aquí el link a unos cuantos programas online: http://www.rtve.es/alacarta/audios/anem-destiu/

Pero pude participar en un par de experiencias radiofónicas puntuales más durante el año:

El 27 de mayo, en La Tarda de la COPE de la emisora en Catalunya hablé un poco sobre este mundillo. Y no es que rajara mucho, pero bueno, lo normal. Aquí: http://www.ivoox.com/tarda-270514-blogs-amb-david-valdivia-audios-mp3_rf_3162081_1.html

Y el 6 de septiembre participé como bloguero inaugural en la primera sesión del Via Lliure de RAC1 con el señor Xavi Bundó, comentando diversos locales donde ir a buscar comida para llevar. Fue un honor participar en aquella sesión y no tener ninguna queja por antena como la vez anterior. Gracias. Aquí el link: http://rac1.org/vialliure?s=menjar+per+emportar

  • ARTÍCULOS
Esta categoría viene repleta como un canelón de Sant Esteve y principalmente gracias a mi participación en la revista online de cultura gastronómica Zouk Magazine (pronunciar como quieran ustedes). Pero luego hablamos de ello. 
Antes de ello, una colaboración puntual en la revista Comida's, sobre el primer Eat Street (al que luego siguieron hasta tres ediciones más). Aquí: http://www.comidasmagazine.com/es/secciones/eat-street-indoor/

La colaboración en Zouk es sin duda la que más satisfacciones me ha producido este año (y no lo digo precisamente por los jamones que tuve que enviarle al editor para que me dejara escribir allí junto a un all stars de colaboradores). Mi participación en Zouk ha sido productiva y a dos niveles: revista y web. Espero que siga siendo así.

En la web pueden leer dos artículos que por ahora han tenido una trayectoria más que satisfactoria gracias a muchos de ustedes:

- Un post de estilo patatero, una irreflexión sobre los peligros del modelo low cost gastronómico: http://zoukmagazine.com/2014/09/27/firmas/el-precio-que-pagamos-por-el-low-cost

- Una crónica sobre uno de los acontecimientos anuales más esperados en la ciudad, el macrovermut que montan los camaradas de Enocasionesveobares y Mededebebe y que este año tuvo como título STAR BARS: http://zoukmagazine.com/2014/12/04/articulos-destacados/star-bars-la-guerra-de-las-mamancias

Pero en la versión revista online trimestral y que está a punto de volver a ver la luz, también han tenido diversas raciones bagelianas. Paso a paso:

- En el número 0 de la revista pudieron leer una crónica sobre el restaurante Norte. Un clásico de nuestros días. Aquí, en la página 85: http://zoukmagazine.com/2014/01/10/revista/numero-0

- En el número 2 de la revista escribí mucho, tal vez demasiado, ya que no me dieron bola en el 1. Hice dos aportaciones: un artículo sobre la Revolución de la cerveza artesana en la página 114, y un repaso a algunas de las pizzerías napolitanas más interesantes de Barcelona en la página 145: http://zoukmagazine.com/2014/07/01/revista/numero-2

- En el número 3, La Panxa del Bisbe como recomendación. Un local que va a más. Página 114: http://zoukmagazine.com/2014/10/01/revista/numero-3

En el 4 hablaré sobre un restaurante que está en boca de todos pero que no todos conocen. Un local apartado que de estar en el centro de Barcelona sería visita obligada para todos los entendidos; pero queda lejos y el metro no llega hasta la puerta, así que no todos los entendidos lo han visitado. Ya verán.
Zouk es un proyecto que tiene que crecer, que va a más. Respeto por la cultura gastronómica, contenidos de calidad y lejos de digestiones fáciles. Procesamiento trabajado, con poso. Y de calidad.

  • Miscelánea.
Además de la radio y los posts distribuidos por ahí, ya saben que me pueden encontrar en otros sitios mucho más normales y que tienen que ver directamente con el blog:

No se van a librar de mi tan fácilmente.

CANTINA MACHITO. Que se sienta el power mexicano.

$
0
0
CANTINA MACHITO, Torrijos junto a Verdi Park, no reservan y te metes cuando acaba la peli. Barcelona en Gràcia.

La gastronomía mexicana, de todas las cocinas de México, vive en Barcelona una cierta época de esplendor hipsteriano de la mano de restaurantes con clase que reinventan (imagino) conceptos ya presentes desde hace mucho tiempo por estos barrios condales. Vaya, que restaurantes mexicanos ha habido desde hace mucho tiempo pero ahora están de moda porque ya saben. Y nos alegramos del hecho, sin duda alguna. Se abren muchos locales pero otros son verdaderos clásicos de la escena barcelonesa. Y el que nos ocupa está en esta categoría; no debe haber aficionado a esta gastronomía de reminiscencias aztecas o mexicas que no se haya pasado por allí. Yo, como siempre, tarde pero bien.

Cantina Machito es un clásico de la escena pre o after Verdi y esa mística ya nos atrae. Qué le vamos a hacer si vamos de culturetas gafapastas (aún se lleva el término?) a ver películas en VO... En todo caso es un clásico junto a otros restaurantes del mismo grupo como Teicawey o Chido, también sitos en el mismo barrio. Un emporio al alcance de Moctezuma y poco más. Así, en una sesión junto a Interstellar nos decidimos a debutar en Cantina Machito por todo lo alto, a pecho descubierto y por si nos perdíamos como McConaughey en la peli. Un homenaje. Y es que sigo sin hacerme a los términos gastronómicos que se manejan al uso. Nunca acabo de saber qué son Chilaquiles, enchiladas o quesadillas, o la diferencia entre ellos. Pero con voluntad y hambre, sin miedo porque todo, bien hecho, está de morirse.
Seguramente la razón por la que me gusta tanto la comida mexicana es porque siempre puedes comer mucha carne entre tortillas, a modo de bocata, con lo que el Paraíso Terrenal se siente mucho más cerca.

 Teniendo en cuenta que nos encontrábamos en medio de los excesos navideños, sabíamos que no podíamos pasarnos demasiado con esta cena. Así, moderamos o creímos moderar la comanda para no salir rodando o dejarnos demasiado dinero tras los 20 pavos del cine. Cantina Machito no es un local barato y hay que tenerlo en cuenta. Eso sí, es ideal para compartir entre muchos y eso amortigua el golpe. Hablo de salir a unos 20 y algo € por cabeza si vigilan y son mesurados, como fue nuestro caso.

Empezamos con un clásico que al final se nos hizo largo. Los Machitos a 9'5€ que eran una salvajada de cantidad. Aunque bien por el precio, claro. Acompañando, una marmita de cheddar del que tiene la curiosa habilidad de convertirse en plástico en cuanto se enfría (lo conozco bien de mi pasada experiencia como trabajador de multicines y de tener que limpiar sus efectos...). Una guarrada de las que me encantan, qué le vamos a hacer. Eso sí, puedes acabar hasta el moño del plato. Y se lo pueden ahorrar porque te ponen unos totopos cortesía en la mesa que luego puedes dipear con las salsas de los otros platos. Sin duda, fue lo único que sobró en la cena y no porque no nos gustase. No teníamos tanta hambre.
 Luego llegó la Orden de Antojitos, 15€. No es barato, ya les digo, pero la cantidad es generosa y entre dos se ventila sin problema. El único pero al plato es el bocado más oscuro. Una textura de la tortilla, si lo fuese, demasiado empalagosa o humeda con un relleno que no nos acabó de convencer. No puedo precisar qué era porque no conozco el término ni se nos presentaron los platos al modo estrellas Michelin. El resto, delicioso.

 Para finalizar y mostrar la ignorancia definitiva, la Orden de Tacos. Lo mejor de los tres platos, pero que es muy parecido al anterior (13€). No es lo mismo, pero casi que sí. De ahí mi proclama de ignorancia. Si los antojitos y los tacos son tan similares y lo hubiese sabido antes... Pero disfruté como un animal de bellota, no nos vamos a engañar. Sin discusión sería una elección a repetir. Acompañan a los tacos varias salsas, mazorca y frijoles negros. Claro, no quedó nada aunque a éste, y tras el baño de cheddar y los antojitos, llegábamos con la reserva mínima estomacal. Pero nunca hacemos prisioneros.

Una experiencia a 22€ por cabeza contando un par de Modelos y del que hubiese sacado el entrante y cambiado el segundo. Pero el tercero, todo para mi, por favor. 
Machito es una muy buena opción. Moderación y a por ellos, porque las tortillas y las carnes como la Tinga o la Cochinita (amor eterno) nunca decepcionan. 
Todo es bocadilleable, recuerden.

TANDOOR. Restaurantes hindúes, locales modernos y sorpresas.

$
0
0
TANDOOR, C/Aragó 8, a tiro de piedra de los estimados amigos de bBurger, Barcelona que va virando hacia zona Plaça Espanya.
No se puede negar que Tandoor está de moda. Me llegó noticia suya hace un par de meses, justo después de abrir, y me comentaban que no debía perdérmelo. La reinvención de un restaurante de toda la vida, un clásico de solera. Me lo recomendaba gente que sabe mucho y de la cual me fío. Así que tenía que hacerles caso. Tras una visita de cortesía para el evento de la presentación de la Barcelona Foodie Guide, quedé maravillado con el concepto y la propuesta. Y el hype se disparó.

Tandoor es "la" obra de Ivan Surinder, cocinero formado en la vanguardia de Tickets pero criado entre currys tradicionales con lo que el sello personal en esa cocina es más que evidente. Para empezar, la decoración del local huye de etnicismos kitsch y se acerca con mucho más gusto al colorido de la Boda del Monzón y las formas simples del minimalismo. Reminiscencias identitarias con mucha clase y estilo en ese interiorismo. En la parte de la entrada junto a la calle, además, han dejado espacio para terraza/cocktelería y les ha quedado una sala más que interesante.

Así, con nuestras propuestas y recomendaciones previas nos acercamos hasta el local un frío día de enero, buscando entrar en calor con la proverbial cocina hindú nunca falta de potencia y picante. Como imaginarán los platos están adaptados a nuestro suave gusto de terciopelo no sea que nos quejemos si algo pica demasiado aunque nos avisen de ello. Me consta eso sí que si pides una comida picante de verdad, estilo hindú propio, en cocina se preparan y te lanzan las calderas del infierno... Pero no fue el caso. Nos va el hardcore pero con mesura y había menores en la mesa, así que moderación. Puntualizar que moderación significa que durante toda la comida tienes ese calor sabroso placentero en la boca... Decir también que la propuesta vegetariana es totalmente posible puesto que hablamos de una cocina muy propicia al uso de verduras y legumbres en gran cantidad de platos. Apunten.

Empezamos con unos entrantes aunque toda la comida fue para compartir. Decir que uno de los platos estrella no saldrá en la recopilación porque... bueno... No dio tiempo a hacer la foto.
Este entrante a base de crema de berenjena ahumada con queso de cabra sobre Naan (pan) fue un inicio maravilloso. Delicia inconmensurable, suavidad, cremosidad y bocado sanísimo. BAIGNAN BARTHA.
 Los otros dos entrantes, mucho menos fotogénicos y que ni un genio como yo he podido arreglar, fueron una crema de lentejas, DAL SOUP, y queso fresco en salsa de tomate especiada, PANEER PESHAWARI. No se creerían lo sabroso que estaban. El dal es estrella de la cocina hindú y uno de los primeros contactos que tuve con ella y siempre lo guardo en el recuerdo y me obligo a comerlo cuando se cruza en el camino. Sopa potente, muy sabrosa, alejado de sopas insípidas en locales de udon modernillos. La salsa del queso, como para pedir 21 raciones de naan y mojar como locos.
 Como platos principales, dos platos de pollo y arroz basmati del que no hay foto tampoco (es un arroz blanco, a ver...) y que debe mejorar en no servirse tan pasado o seco. El plato del que tampoco hay foto es el BUTTER CHICKEN, un curry potente y en salsa de tomate que nos encantó y del que evidentemente no quedó nada (la pinta y el recipiente muy parecidos al anterior queso fresco). Del que sí pude hacer foto fue de este maravilloso MALAI KABAK y que ante todo es la reivindicación del contramuslo del pollo, en este caso marinado con cilantro (suave) y yogur. Stop pechugas, Plataforma por el uso del contramuslo siempre, por favor. ¿Somos personas o animales? Pues un aplauso por esta opción muslera.
De postre, otra maravilla absoluta. KULFI, helado de azafrán y canela, sobre una base de crumble, galleta o similar. Un gusto sorprendente, una textura maravillosa, una estética a imitar. Muy recomendable si son zampabollos como nosotros.

Resumiendo, el hype a veces está justificado. Un local recomendable, humilde, donde se trabaja bien, el servicio es atento y simpático, la comida es buena (no esperen platos XL), el precio correcto y pueden comer por unos 20€ por cabeza. Proyectos de los que nos gustan, con gente de espíritu luchador, honrados y que ofrecen cosas diferentes. 
La modernidad del hindú y el buen hacer.



PS: Abren a las 12 de la mañana (gracias por pensar en los que comemos pronto!!) y sólo cierran los lunes.

NO POST.

NAKASHITA. Japonés post revolución Meiji en el Born.

$
0
0
NAKASHITA, Rec Comtal 15, Born/Arc de Triomf, Barcelonagoya.

No es usual encontrar por aquí muchas entradas de restaurantes japoneses y es raro porque la verdad es que es una cocina que me apasiona como pocas, pero al no trabajar demasiado el tema del bocata igual no es éste su sitio idóneo. El temaki nos serviría, pero no es lo mismo y todos ustedes lo saben.
Así que visitar restaurantes japoneses se convierte en toda una aventura tipo Deckard persiguiendo replicantes y uno no sabe bien cómo comportarse cuando tiene palillos delante y no tienes que comer con las manos. Pero son aventuras agradables, qué carajo.

De este modo me dispuse a probar el menú de uno de esos restaurantes japoneses bastante in en la city aunque no con cierto reparo. El hecho de estar puerta con puerta con uno de esos locales decepción del año pasado por el #falsobagelgate me ponía un poco tenso, tengo que confesarlo. Locales modernos y ciertas expectativas acaban por producir grandes fracasos y mucho dolor. Sobre todo en la cartera. Pero avanzo, no fue el caso, al menos en su totalidad.

En Nakashita ofrecen dos variantes para su menú de mediodía; un entrante y un plato más bebida y postre por 15€ o lo mismo pero con dos platos por 20€. No es un menú barato si pretendes no salir con hambre. Un plato, para mi, es como insultarme a la cara, así que tuve que optar por el doble o nada. Entrante, dos platos, cerveza japonesa (flójer) y postre. 20€ y buena comida, pero algo caro como debe ser por estos lares ya que no hay que perder jamás la mística del moderneo.

Empezamos el ágape con una sopa, que no les voy a poner porque la foto aporta una poca leche. En su lugar, la ollita de Le Creuset que es muy mona y de calité, porque pesa un montón.

Como cortesía con el menú, Edamame, en este caso a la plancha. Curioso porque normalmente las sirven al vapor y aquí puedo asegurar que fueron mucho mejores que la media que he podido testear por la ciudad. Toque picante además, muy recomendable.
El primer plato, Yakimeshi muy recomendable. Arroz frito muy sabroso, al punto de cocción para que no sea empalagoso ni quede demasiado suelto al estar duro. Para mi gusto, el mejor momento del menú. Una ración que parece menos de lo que realmente es y acaba dejando satisfecho, aunque si hubiese sido plato único podríamos discutirlo.
El segundo plato, o segunda opción en caso de plato único, uramakis de salmón. Cantidad apreciable y tamaño de la pieza del anaranjado y lleno de mercurio pescado más que aceptable. Reitero que como plato único yo me quedaría con hambre, pero es que yo como por dos por lo menos.
De postre, una tarta de coco que no fotografié al haberle metido cuchara antes de caer en el hecho y que la verdad era más una mousse que una tarta en sí. Correcta sin más y para cumplir esa función obligatoria pero no escrita de meterse algo dulce tras el ágape.


En definitiva, un menú correcto que lo sería mucho más si el precio fuese algo más bajo, pero ya se sabe que los restaurantes japoneses no suelen ser baratos al trabajar materias primas de calidad (o se supone). En este caso tampoco es que hubiese huevas de salmón o pez globo, pero ya me entienden. 20€ no es para menú diario. Por cantidad tras dos platos, el entrante y el edamame no se puede decir que sea un timo precisamente, pero tampoco estamos como para ir pagando estos precios de diario.
Sobre la carta, pues igual hay que volver y valorar realmente qué son capaces de ofrecer cuando no se les limita por menú encorsetado. Trato amable, local sobrio y posibilidad de barra con vista a los sushimen, todo en uno.

Vayan si les apetece y me cuentan.

PULLED PORK. Hype y realidad. Una aproximación.

$
0
0
 Vigilen con el pulled pork. Si no saben de qué les hablo es porque no han leído este blog últimamente ya que en la entrada de Chivuo's les hablaba de ello someramente. El pulled pork es el descubrimiento de estos meses. Ni butifarras ni salchichas ni ceviches en bocadillo. Apareció de la nada y sin avisar como debe ser en estos casos, para impactar en nuestros humildes paladares deseosos de carnaza (en todos los sentidos). El producto se está empezando a dejar ver por ahí y se percibe una cierta y muy humilde fiebre cerdícola en los locales bocateros de la ciudad. Pero irá a más, seguro, porque cuando se hace bien (y cuesta hacerlo) es una maravilla. El sueño más deseado de cualquiera zampabollos que se precie: comer mucho pan con carne a toneladas, alejándonos de los manidos (y sagrados al mismo tiempo) lomos con queso. Siempre digo que todo es bocadilleable y el sandwich de pulled pork es la muestra de ello; espero ver pronto la ternera del cocido entre el pan o en su defecto un rabo de toro deshuesado entre lonchas de pan rústico.

Estas últimas semanas nos hemos puesto hasta arriba de pulled pork. Y cuando digo nos quiero decir yo. Se han encadenado diversas visitas y ágapes a mecas del susodicho producto y por esto hoy les hablo de él; se lo van a encontrar por ahí y tienen que saber a qué se enfrentan.

La primera parada la hacemos en la Hacienda de Lovefood que tuvo a bien invitarnos a probar su versión del ya legendario pulled pork. Ya saben, el clásico "el mío es mejor", "a que no te atreves a invitarnos a probarlo (psicología inversa, sí), etc. Y ahí caímos.
Tuve el placer además de poderlo desmigar, deshilachar o como quiera que sea el verbo correcto con mis manos con lo que me unió al cerdo una conexión especial que indudablemente marcó mi relación con él. En otras palabras, es el mejor pulled pork de la historia de los pulled pork que yo haya comido jamás (repitan muchas veces pulled pork sin parecer tontainas, va, venga).

 No les puedo contar la receta porque es secreta y debería huir a algún bosque de Canadá a ocultarme si se la explicara, pero sólo revelaré que uno de los ingredientes del macerado del cerdo en el horno es cerveza negra (o en su defecto una Darro Brown Ale de Balate, por ejemplo). El toque es maravilloso, la carne estaba en su punto y el deshilachado manual impecable. El detalle del coleslaw siempre aporta esa parte de "estoy comiendo vegetal" que tanto gusta en los USA. Y que está buenísima y podría ser comida nacional en mi casa.
 Maravilloso sin paliativos. Un bocadillo estelar que lo tenía todo. Cantidad, calidad y mucho cariño puesto ahí.

¿Pero quién inició esta moda o este hype del cerdo desmigado? Pues ni idea, pero yo lo conozco y me enamoré con Chivuo's. A nivel de locales no hay quien les pueda toser en este producto (y eh, he ido a dos). Su bocadillo, muy cercano al que les comentaba anteriormente, es una pasada total. Aquí tienen la versión que sacan a pasear a eventos y mercados modernos en general y el que sirven en su pequeño y necesario local de Gràcia. Su pulled pork y su coleslaw. Todo muy canónico, académico y paradisíaco.
 Experiencias maravillosas entre pan. Muy dignas y muy gourmet, sin que vengan las estrellas a avisarnos de que los bocatas molan. Pues claro, si no lo sabíais antes es que igual sois vosotros los que no molais.

Pero claro, ¿qué pasa cuándo algo se convierte en, perdonen el insulto, "tendencia"? Pues que se tiende a copiar o tiende a inspirar ideas en los demás. Y así, el pulled pork de Chivuos (por ejemplo) es homenajeado en otros sitios pero sin la gracia ni el arte mínimos. Y te encuentras algo tal que así:
Se anuncia como pulled pork y se vende como tal, pero no lo es. Pasa demasiadas veces y es un poco un engaño (a sabiendas o por desconocimiento). No vamos a mencionar la ensalada a la Pollock o las ínclitas patatas congeladas de menú, porque en este local de Enric Granados he disfrutado grandes hamburguesas en el pasado, pero ya no. Hace meses que WOW! dejó de ser una visita guarril obligatoria y volví por el anuncio del cerdo, por curiosidad a ver qué encontraba. Y encontré una especie de kebab, digno, pero kebab en bocata.
Nada malo, sabroso, con su cheddar amarillo plasticoso de ensueño y un pan de hamburguesa clásico, pero con la puñetera rúcula que os podéis meter donde os quepa y sobretodo con un corte y un rostit que no se corresponde con lo que debería ser el pulled que se anuncia. Es otra cosa, cambia el nombre. La Pepsi no es Coca Cola ni el ceviche es bacallà desmigat, así que aplícate el cuento. 


Además, decir pulled pork es complicado, no jodamos. Busquemos otra forma entre todos y seamos más felices y menos alienados culturamente.
Aplaudimos el pulled pork y lo amamos pero queremos que se hagan cosas con sentido. La realidad es que se está trabajando muy bien por ahí y hay que valorarlo, pero no caigamos en la trampa del hype sin sentido. Don't believe the hype decían los clásicos. Hagan caso y busquen realidades.

CAL MARIUS. De pastrami y bagels lejos de la Gran Manzana.

$
0
0
CAL MARIUS, Mallorca 449, en la gran manzana del pastrami y la Sagrada y jodida Familia.

De pastrami y bagels hemos hablado largo, tendido y mucho en este blog. Y volvemos, porque el blog es mío y aquí se habla de lo que yo quiera. Y hablando de cosas que nos gustan pues no les podemos engañar: Bagels, de Be my Bagel y pastrami de Paprika Gourmet son Top of the Tops. Una selección All Star de productos favoritos del blog.
De Cal Marius les hablé en un álbum de Facebook cuando nos presentaron sus creaciones hace unos meses y ahora, justo cuando están en fase de traslado a un local enfrente del actual, volvimos a pasarnos a recordar lo espectacularmente grande que era todo. Aún perdonando esa U intrusa, pueden ver que no les engaño. Las creaciones de Marius son espectaculares más allá de Orion y parte del extranjero. Luego lo verán con sus ojos fuera de las órbitas.
El día de la visita me busqué a un guilty partner de buen gusto y ya versado en las maravillas mariusianas para que me acompañara en el magnífico ágape y me pudiera orientar sabiamente en qué escoger. No es que cuando te encuentras un bagel con pastrami sea difícil entender que va a estar bien sí o sí, pero la lista era larga y se necesita asesoramiento. 
El compañero eligió un Hortelano por aquello de comer algo de verdura en semejante mastodonte, seguramente con la intención de hacer pasar el bocata como ensalada en su consciencia. No creo que le sirviera. El medio kilo de culpabilidad ahí está.
Ya puede llevar pimientos, alcahofas o berenjenas, que de pastrami hay en cantidades ingentes como pueden comprobar. Maravilloso, tremendo, apocalíptico.
Como es de suponer yo no iba a hacer prisioneros. A por todas, a por lo más espectacular, a por lo más grande, a por el summum de summum, a por el bocata entre bocatas. El clásico bocadillo que chorrea, que te mancha, que te regalima (guiño) por las manos, los brazos y el alma. Se convierte en la ancestral lucha entre el hombre y el bocata que se desmonta. Pero ganas porque sabes de qué va esto y no vas a permitir, jamás, acabar de comerte un bocadillo con cubiertos. Antes la muerte. 
El American sensation es muy bestia. Mostaza, queso, cebolla, patatas fritas dentro del bocadillo y toneladas de pastrami. Incluso un intruso verde al que poder obviar. Pero la corona, el huevo frito con su yema líquida que reta tu dignidad. Vaciar por los lados y acometer el centro. Estrategias inspiradas en las falanges macedonias de Alejandro. A por todas, que en este caso es mucho, muchísimo.
Todo al precio de una buena hamburguesa. Morir era esto.

Cal Marius se traslada estos días por culpa de propietarios sin escrúpulos. Ya les he puesto su nueva dirección en el 449 para que no se confundan de esquina con el actual emplazamiento.
Son gente humilde y es un local humilde pero ellos trabajan con pasión, de forma incansable. Lejos de moderneces impostadas y fachada pretenciosa. No es el local donde te cobran 11€ por dos rodajas de pastrami. No, aquí pagas lo que comes y no lo que se supone. Y cómo se come amigos. Variedad para encontrar su bagel tienen. No fallen. 10€ por persona y no hace falta que cenen prácticamente.


Por la familia Marius y los proyectos honestos.




PS: Preferiría poder escoger la variedad de bagel que me voy a tomar y si hubiese cervezas artesanas ya sería el acabose.


EL 9 DE LA BORRIANA. Sabadell y el menú de calidad.

$
0
0
EL 9 DE LA BORRIANA, Carrer de la Borriana 9 (reiteración), Sabadell del Vallès del bueno.

La justicia se acaba sirviendo aunque sea fría como una ración de surimi en un chiringuito ochentero. Tras años de espera, literal, en que los astros se alineasen y me pudiese encontrar frente a frente ante el 9 de la Borriana a una prudencial hora para comer, la situación se acabó por dar hace un par de semanas. Y sin dudarlo, me lancé a por el Grial borrianesco. Grandes loas, grandes crónicas de su cocina sin aspavientos ni pretensiones vanguardistas o por su defecto tradicionalistas como la comunión carlista. Cocina humilde, buen producto, gran trabajo y atención del servicio a destacar. Eficacia.

Tienen un menú mediodía a destacar, por calidad y precio. Pero la verdad, ahora mismo no recuerdo si eran 16 ó 16'50€ porque soy bloguero y no el Timout y me importa poco ser ajustado. En todo caso, por ser el local que es, por la calidad y el buen hacer, salió barato.

Me presenté allí un jueves, y como todo el mundo sabe los jueves se come arroz. O arroz con cosas, o paella vallesana o lo que sea. Pero ofrecían arroz fuera del menú normal de la semana y claro, nobleza obliga. En este caso tocaba un arroz de pollo y costilla, que aún sin ser un prodigio de generosidad carnívora no iba falto de alimento. La ración, generosa aunque no lo parezca a primera vista es más que suficiente y el arroz aún siendo de carne y faltar algo de potencia (todo el mundo sabe que el buen arroz debería llevar gambas y calamares) sabrosa, fue una elección más que buena. Grano al dente como mandan los cánones. Verduras complementarias.



De segundo plato escogí un bacalao 
con tomate sobre patatas. Fresco, poderoso en sabor, de facil esqueixar y con el único pero de un tomate que hubiese preferido en otro formato o textura si queremos ser snobs en el discurso. Pero eso no es fallo del plato, evidentemente. Soy yo, que soy de Terrassa y algunos fallos tengo que encontrar.
Para acabar y redondear una muy buena experiencia, la tradición obligada que se presenta sin avisar. Cuando hay mató, se pide mató y eso todo el mundo lo sabe. En este caso un mató contundente, de poco desmoronarse y mucho placer dulce. Miel a la altura del conjunto y satisfacción total.

No es el 9 de la Borriana un restaurante que te haga ir a Sabadell expresamente por su menú. Es más que probable, y me consta, que la experiencia a la carta (moderada en precios, no hablamos de nada fuera de presupuesto) es incluso mejor y se sale habiendo tenido una experiencia de una altura homologable al monestir de Sant Llorenç del Munt.
 Para una ocasión determinada, en una de esas noches de Sabadell y Zona Hermética se pueden dejar caer por el centro. Aunque mucho me temo que es una combinación poco recomendable. Y no por el local que aquí ven y que sí vale mucho la pena.



MADRID en dos etapas para ZOUK.

$
0
0
No están siendo unas semanas de altísima actividad en el blog por muy diversos factores pero eso no quiere decir que no esté produciendo joyas a cascoporro por ahí. Sin ir más lejos pero sí a bastante distancia, tienen en Zouk el Dietario definitivo para el zampabollos de fin de semana en Madrid. Una historieta sobre las menos de 30 horas en la capital en las que estuvimos jalando sin fin y como si no hubiese una vuelta a Barcelona. 
Y eso que no he contado la experiencia DiverXo ya que la encontrarán en la revista descrita por un cualificado compañero (aunque no descarto escribir algo para ustedes por aquí desde el punto de vista de un iletrado). Sin más, Madrid en dos movimientos:

- Sábado en Madrid.

- Domingo en Madrid.

Que disfruten como nosotros. Aunque será difícil.

HUMMUS BARCELONA. Más sano que una manzana (del Eixample).

$
0
0
HUMMUS BARCELONA, C/València entre Balmes y Rambla Catalunya junto al Cornelia & Co, antiguo Dolso.

Mucho tiempo sin actualizar y muchas comilonas insanas en el intermezzo. Cosas que verán la luz próximamente y cosas que se quedarán en algún cajón virtual de la nube interneutica. Había que poner fin a la sequía con un bang y aquí les traigo un nada pretencioso y pequeño restaurante vegetariano que se queda muy cerca de ser vegano y que merece nuestra atención.

Cerró Dolso en otra de esas muertes anunciadas al no poder hacer frente y quedarse estancado frente a Cornelia o Toto que están a menos de 10 metros a la redonda. Llegó la decoración industrial cuqui de diseño milimétrico y Dolso palideció esperando el día de echar el cierre. Y llegó como llega la muerte hasta el último rincón. Y el local quedó vacío y huérfano de propuesta, pero por poco tiempo. En unas semanas se había instalado allí una gente que traía algo diferente y por lo que puede hacer frente a los monstruos caníbales que tiene como vecinos: un restaurante vegetariano de menú barato y con comida para llevar. 
Así llega Hummus Barcelona al barrio, con cocinero vegano y una carta que a excepción del uso de algo de huevo y leche en algún rebozado o postre podría ser 100% vegano también (si avisan pueden hacer menú vegano según nos contaron, sin problema). Gente joven, atenta, simpática y que se están haciendo aún al barrio en horarios largos y de siete días a la semana. Gente a la que desear éxito por su valentía y sobre todo por huir de la pretenciosidad vegetariana que asola la ciudad en la que algunos locales que se ponen de moda pretenden cobrar 25€ por una col rizada. Aquí no. Por eso nos gustó. Y porque trabajan el hummus y siempre fue un plato estimado por quien les escribe (y porque a ver, consistía en triturar garbanzos sin mucha complicación y siempre quedaba resultón en aquellas reuniones en el piso de soltero años ha).

Vamos a lo que nos interesa. Llegamos y nos pusieron un entrante basado en crudités y aceite aromatizado para mojar y no parar. Muy bien. Gusto potente.


Pedimos evidentemente pan de pita en cantidad y no nos arrepentimos. Hubo buenas excusas para dar buena cuenta de él. Dicen hacerlo ellos y lo hacen bien lustroso, grande, XL y consistencia máxima.

Otro clásico del vegetarianismo son los falafel y tenían que caer. Pero hay que decir que fueron seguramente lo más flojo del ágape. Demasiado espesos, algo harinosos y poco sabor. A mejorar.
 Pero el plato que tienen con su variado de primeros platos fue una maravilla y no se puede negar. Ensaladas variadas, porciones de verduras, cremas... Muy completo y sabroso de verdad. Un plato a compartir que vale mucho la pena. Existe en versión menú algo más pequeño pero la verdad es que las raciones son grandes.
 Detalles maravillosos alcachofiles...
 Excepto la remolacha de la que no soy muy fan, el resto muy de nivel, con mención especial a la berenjena y a la ya mencionada alcachofa. MUY bien.
Y el plato estrella que da nombre al local, el Hummus. Lo hacen hasta en tres (o eran cuatro?) versiones diferentes, desde el clásico hasta el que aquí tienen y que es con habas egipcias. Un toque diferente como pueden ver, con esas piezas de lo que vendría a ser una especie de frijol rojo. En definitiva un plato que no decepciona. Muy suave, muy cremoso y con la pita XL de acompañante hasta el final. Un final que consiste en repelar todo el plato, evidentemente.

Una comida que sale por unos 13-14€ por persona y que deja más que satisfecho aunque seas un zampabollo sin remisión. 
Además de no tener sentimiento de culpa por la carne, la grasa y demás dilemas morales asociados al consumo de cosas con ojos. 
Sí, hasta yo puedo ir a un vegetariano y no morir en el intento. Anímense ustedes.


SANTA CEVICHE. Religión peruana pagana.

$
0
0
SANTA CEVICHE, Hostafrancs de Sió 11, Hostafrancs, Sants y el Muro más allá de Plaça Espanya.

No pude llegar más tarde a la burbuja mainstream del ceviche porque me fue imposible. Durante meses me resistí a caer en el babeo general barcelonés ante el descubrimiento y el advenimiento de las cocinas del Perú a nuestra tierra. No por desconfianza hacias las mismas sino por rebeldía ante el adocenamiento. Los mismos que critican la tendencia cuando no les conviene, digamos hamburguesas, caían rendidos y nos contaban las excelencias del ceviche pontificando sobre ídolos estrellados que acababan de conocer. Aborregamiento puro y duro que había que dejar pasar. Y eso hice. En cuanto el soufflé empezó a bajar, me apunté al carro para ir a contracorriente y descubrir a los gurús que igual el Tanta no era ni la única ni la mejor opción para conocer esas cocinas peruanas. Obvio que no fue faena mía en exclusiva, pero aquí escribo yo y me pongo las medallas que quiera, aunque sean de mentira.
Así, tras entrar en el mundo del ceviche de mano del mejor menú mediodía del 2014 y de mi local cervecero de cabecera, recorro la ciudad en busca de leche de Tigre cual poseso. Dame Leche de Tigre debería ser registrado como nombre de un local o de un grupo punki (una coma mal puesta podría convertirlo en el título de una peli X), ahí lo dejo. Y con la inestimable ayuda de una buena amiga peruana consigo información fiable de locales a los que dirigir el ojo de Sauron. Y me dirigí un mediodía a Hostafrancs, que parece que está muy lejos pero no. Hay signos de civilización, llega el metro y sigue siendo Barcelona. 

Santa Ceviche es un pequeño local de unas 8 mesas y una pequeña barra decorado barrocamente con un estilo muy colorista y lleno de imágenes religiosas de vírgenes del Perú y similares. No es un ambiente nórdico pero lo prefiero a los ambientes violanescos que sobresalen en el iletrado snobismo condal. Carta no muy extensa, menú mediodía a 11 maravillosos euros (no hay carta en ese momento por limitaciones de cocina) y gente humilde y agradable dispuesta a ayudar en caso de dudas al respecto de las maravillas que se ofrecen.


Para empezar, Cancha divina Patrimonio de la Humanidad. Esto sí que es maíz tostado de verdad y no el de Churruca. Te puedes comer dos kilos picando como una gallina. Salado, crujiente, tostado. Imprescindible en cualquier peruano auténtico que se precie. 

Del menú, dos platos y postre. Primero, Ceviche como debe ser. De mero como suele ser cuando es de menú y más que recomendable. Potente, generoso, gustoso, con su camote radiante (lo que vendría siendo el boniato alike) y el choclo que es la vida junto a la cebolla morada que le da ese toque final. Maravilla en menú, necesario si están por la zona. Alto nivel sin ser de Gastón ni de la Panda de los 5 ni falta que le hace.

De segundo, como contraste a la comida sana, Chicharrón de cerdo (o chancho) que quita el sentido y sigue siendo sano porque lleva más cebolla y tomate y eso es como ensalada. Luego lleva carne de cerdo y un ají amarillo sabroso que invita a mojar mucho pan (mejorable el que ofrecen pero entendible por el precio del conjunto).
Se percibe ese semirebozado maravilloso... Tal vez un punto menos hecha la carne y algo menos dura hubiese quedado mejor, pero la maravilla es igual. Un plato también necesario e increíble, sin más.
De postre una tarta de manzana de pasta extra fina y manzana lustrosa con mucha canela. Lástima no tener un pie de limón con su merengue para redondear el espectáculo. Pero no se pueden quejar del show. No, no y no. Además estaba muy bien, no se puede negar tampoco.
Al final la cuenta son 11€ y viene en esta cajita vintage tan cuqui. Me gustó, mira tú qué cosas. Por poco no me la llevo...
En definitiva, un local sin pretensiones como nos gusta aquí, con un menú más que fabuloso y que aúna calidad y precio más que asequible. Ideal para entrar en el mundo del Perú y sus cocinas. Sin mamonadas ni marketing ni social strategy. Dando buena comida. Disfruten.

LA MARINETA. Descubriendo el Maresme más allá de Espinaler.

$
0
0
LA MARINETA, Mataró del Maresme, C/Cuba 76 y no es complicado llegar.

Mucho tiempo ha pasado desde la última actualización y la verdad es que no les voy a contar demasiado al respecto del porqué del tema. Uno pretende ser el Salinger de los blogs por alguna cosa y aunque hay blogueros mucho más indies que yo, había que hacerse el interesante de alguna forma sin caer en la trampa del olvido, que ya empezaba a estar cercana... Olvido por su parte de mí y mío de recordar cómo carajos se llena una página diciendo tonterías sin tener ni idea de nada y que te sigan leyendo o al menos visitando la página. En todo caso, ecce vuelta.

Y para la vuelta una sorpresa. Un local alejado del mundanal ruido, focos y demás tonterías, pero que no es ninguna exclusiva ya que el admirado señor Regol lo tiene en su blog hace unos meses. No se puede innovar ni yendo a un rincón perdido del Maresme. Yo antes molaba. Creo.
Mataró, La Marineta y un local pequeño pero encantador. Pueden ver el interiorismo y el toldo de Estrella en el mencionado post regoliano, así como leer la historia del chef tras este proyecto de éxito.

Con buenas referencias y bastante hambre nos presentamos una tarde-noche en tan acogedor y algo estrecho local a ver qué resultaba del chivatazo. Por suerte nos sentaron en la pequeña barra que tiene el encanto de estar cara a la cocina y alejada de las estrecheces de las mesas que se llenan siempre, tanto al menú de mediodía como por la noche. No vayan sin reservar, avisados.

Elegimos un montón de platos y tuvieron a bien convencernos que eliminásemos uno del total porque ya era bastante y la verdad es que estos detalles siempre se agradecen para que no sobre comida ni se hinche la cuenta innecesariamente. Honradez aunque chuleamos con aquello de "somos de buen comer...".
El inicio, Cracker "Boquerón de Santoña"por un ladoy anchoa del Cantábrico por otro. Poco se puede decir ante semejante producto. Se disfruta el bocado y se echa un falta un pan algo más sabroso que este tipo sardo, que personalmente me deja más frío que la última peli de Woody Allen. Buen tomate, buena combinación y abriendo compuertas.




Tras el aperitivo llegaron los platos "PALABRAS MAYORES". Muy brutal esto que tienen aquí abajo. Calamarcets d'Arenys amb butifarra negra d'Argentona. ¿Cómo se os queda el cuerpo? Pues deberíais porque esto es muy grande. Un plato total al que sólo falta ir en bocadillo. Lo siento, he vuelto al tic bocatil de cada post pero es que ya me conocen. Uno de los platos del trimestre, el mar i muntanya versionado para mejorarlo. Espectacular combinación y ese allioli de tinta por encima... Muy bestia y necesario. Hitazo y tiro seguro al que sólo le recomendaría restar dulzor en la base porque sencillamente no le hace falta al plato. No quiero decir lo empeore, pero mejoraría sin él en mi humilde opinión de ignorante. Crujientes de remolacha para dar el toque vistoso.
Maravilloso trio negro sobre blanco sobre negro.
Ración contundente. (14'90€)
Para no decaer, unos huevos estrellados con jamón Pura Raza. Otro espectáculo con patatas de verdad al que hubiese añadido otro huevo más para hacer de él un plato leyenda. Maravilloso, no se puede negar y es que unos huevos con patata JAMÁS fallan. Eso es así.


Como penúltimo plato, Ramen (a la mataronina) que son con cansalada y vegetales. Pensé por el color del caldo que no iban a ser muy potentes pero la verdad es que me sorprendieron por sabrosos. Bonito detalle del caldo para servir a parte en el bol preparado con la mezcla de los ingredientes. Bueno, bonito pero menos barato de lo que nos gustaría (12'90€). Acompañan el ramen además con unos dumplings muy gustosos (ahora que lo pienso, estaba allí la cansalada o en el plato?)
Acción de ramenar, detalle. Era algo escéptico ante lo que podía salir de este plato pero me convencieron totalmente.
Por último y en exclusiva para mí, uno de esos platos feos del carajo que pocas veces salen bien en foto: Callos como enseñaron al chef a hacerlos en Madrid (sic, trabajó con Freixa allí). Una pasada de callos con sus garbanzos y una salsa para remojar un kilo de pan de Triticum (que sirven aquí). Muy potentes y ración generosa también (8'9€). 
Para el final y por cuestión de tiempo erramos el tiro en el postre pero no por la calidad. Vasos de Hofmann a 5'50x2 salen 11€ de postre. Demasiado y contra mi religión, pero los pedimos sin mirar el precio y en plan "sí, eso mismo" y fallamos. Pero eso sí, el de merengue, chocolate blanco y no recuerdo qué más en el fondo estaba muy bueno. No podía fallar. El de Yuzu algo más discutible pero sin ser un error, faltaría más.
 Aquí la carta completa con precios y títulos cachondos.

Una excursión completa, un triunfo sin paliativos y una cena que sin los postres hubiese salido por unos 30€ por persona. No es barato, pero es que esto no es un local cualquiera como el prejuicio nos puede llevar a pensar por estar donde está. Es un diamante escondido en el corazón del Maresme que habla de igual a igual a cualquier buen restaurante de la capital. Bien por ellos y su buen hacer. Éxitos.

IKIBANA BORN. Menos samba, menos trabajar y a comer bien.

$
0
0
IKIBANA BORN, Passeig Picasso 32, frente puerta lateral de Parc de la Ciutadella, Borncelona.

Típico restaurante pendiente desde los albores de la humanidad y el blog al que por fin hace unas semanas pude ponerle cara. Vaya por delante que cuando hablamos de fusiones siempre me viene a la cabeza Bola de Drac y soy bastante reticente (a los fallos en los intentos entre Trunks y Gotan me remito) y cuando algo se anuncia como fusión brasileño-japonesa un escalofrío recorre mi estómago. Si además el restaurante tiene pinta de local de copas con neones lilas y se llama "Lounge", saltan las alarmas... No es que tenga una posición contraria por defecto, es que los defectos muchas veces te hacen estar en contra. Y hay que ser prudentes. En el caso que nos ocupa diré que: a). No acabé de ver del todo la presencia brasileña en esos variados maki. b). La discoteca no lo fue tanto y aunque se agradecería bajar el volumen de la música, se nos escuchaba algo... y c). Me convenció la experiencia porque comí más que bien y a eso vamos. Además tienen una pantalla proyectada en una pared que retransmite en vivo (sí?) la acción de la cocina y es de lo más curioso.

La carta es larga como un paseo por el Amazonas y es complicado elegir entre toda la oferta. Así que fuimos a lo seguro: makis a toneladas y algún complemento que fue lo que resultó más flojo a posteriori (tempura de verduras). Ha pasado tanto tiempo que ya no recuerdo bien qué llevaban esos bocados celestiales, pero bueno, miran la foto, le echan unos 10-14€ por bandeja y deciden. Si evitan regar la cena con champagne del caro les aseguro que la cuenta no se va demasiado... Y habrán comido más que bien, pero bebido mucho peor, claro.

Aquí el festival de 5 ó 6 bandejas bien repletas. Tocamos a unas 10 piezas por cabeza que por el tamaño de las mismas fueron más que suficientes. No sobró nada, por supuesto. Ni nos quedamos cortos, que es el miedo de cualquier zampabollos profesional. Ternera Picanha, Magret de Pato y otras delicias del montón.
Plano general del festín...
Los de pato, maravillosos sin duda. Bocados con todo lo que hay que tener.
Esta bandeja era maki en tempura con atún y aunque a priori parecía iba a ser lo mejor al final quedó un poco por debajo de la expectativa por falta de potencia en el sabor.
De postre una versión tiramisusera más que aceptable e incluso buenísima. Lo de detrás era un algo con algo que no recuerdo,
En resumidas cuentas, una cena más que recomendable tras alejar los prejuicios del lounge, la gente guapa en la terraza (envidia pura) y la sala a oscuras con pinta de pub musical. Sí, lo sé, no les gusta eso. Pues pidan los makis en la terraza y aunque sean algo más feos coman y disfruten de esa picanha o ese pato... Les saldrá con moderación por 25-30€, y eso una vez al semestre se puede permitir.
O al año.

MELROSE AVE. El japonés nacido en una peli del Oeste.

$
0
0
MELROSE AVE. C/Calàbria entre Mallorca y Provença, Western Barcelona.
Muy difícil clasificar el local que hoy les traigo al blog. Muy complicado definir lo que es, lo que parece y lo que acaba siendo. Complejo pero pronto se darán cuenta de que tras él existe cierta garantía y un método. 
A primera vista es un desangelado local que se autodenomina "Dumpling House Autoservicio" y mirando fijamente de puertas hacia dentro uno no acaba de ver exactamente qué puede llegar a decir eso ya que sólo hay una barra de las de toda la vida de Bar Paco y muy pocas mesas. Así que uno tiene que entrar para descubrirlo.
Y uno entra ciertamente atraído por la figura que se esconde tras esa barra de bar de siempre. Un tipo con pinta de japonés desaliñado y algo misterioso se encarga de todo lo que sucede allí dentro, que a estas alturas sigue siendo un enigma. Para acabar de pintar el fresco surrealista, el señor encargado sirve vistiendo unas camperas que acompañan a unos pantalones cortos. Tal cual, al más puro estilo John Wayne en el oeste. Y claro, sorprende. Aunque el sombrero que llevaba puesto no te lo ibas a encontrar en Sin Perdón, también te lo digo.
Pero es que todo el local presenta una temática kitsch ligada a este gusto por el Oeste americano. Recuerden, el tipo es japonés y viste camperas y un sombrero. En un local del Eixample donde se hacen dumplings. Y parece un bar Paco. Todo muy felliniano. Así, el show debe empezar en algún momento, y allá vamos.

En principio es un autoservicio (también posibilidad take away), así que pides en la barra y él te lo deja allí para que lo recojas. Si no hay mucha gente (no parece, al menos por ahora) se acercará a tomar nota a la mesa, sin problema. Lleva 18 años en Barcelona pero su castellano (catalán ya ni pregunto...) no acaba de ser muy fluido. Eso por casarse con una japonesa y no con una catalana, palabras literales. Se hace entender, evidentemente, pero no es un jugador serbio de baloncesto.
Y nos explica su historia. Japonés, amante del Oeste americano y hermano del propietario del Yoi Yoi Gion de Diagonal/Pau Claris. Su hermano tiene un local carísimo en zona Comanche y él tiene un pequeño y humilde local en Eixample tocando hacia Sants, mucho más barato, humilde y de pocas pretensiones. Sobre todo porque sirve cuatro cosas literalmente. Algunos makis, algunas gyozas y un par de cosas más que no son ni una cosa ni otra y ya (queso en aceite con comino, por ejemplo). Está solo y según cuenta lo hace él todo. A mano. Artesanalmente. Pues bien. Y el local lleva abierto 3 meses solamente.

De primero unos makis (uramakis) de cerdo rebozado. La otra opción era surimi, y pasando un poco.
Bien, correctos, aunque algo secos. El detalle de la mostaza en lugar de wasabi es mortal. Hipsterismo revisionista puro que no sabes si es sacrilegio o genialidad. En cápsula de magdalena...


De segundo, gyozas. Quería probar algo diferente y elegimos de Nira. ¿Y qué es nira? Pues según la pizarra del local una especie de ajo japonés. Y recordaba el sabor, sí. Muy curioso, aunque tal vez demasiado vegetal para mi gusto. Si te comes las 6 acabas un poco harto del Nira a no ser que seas vegano anarquista o algo.
Bien pasadas por la sartén estaban. Crujientes de verdad. Había más opciones, entre ellas la de pulpo que queda como pendiente...
Para acabar, una rareza acorde con el local que visitamos hoy. Bikini de mochi con huevas de bacalao. Sí, culitorcidos están ahora como yo lo estuve entonces. No sabría definir este producto. De mochi al final tiene poco al estar pasado por aceite. Queda crujiente y la textura del mochi arrocero no se percibe por ningún sitio. El relleno es una especie de pasta blanca que imagino es el bacalao, pero procesado de alguna forma (esto también lo hace el señor del Saloon?). Y alrededor del relleno y bajo la pasta del mochi, logré intuir jamón y queso, pero no puedo asegurarlo del todo. Rarísimo. No estaba malo, ojo, pero muy raro. Y no era tampoco una exquisitez que vaya a gustar a todo el mundo, también lo aviso. Muy curioso, desde el concepto a la textura final.
Detalle del relleno con cerveza diabólica al fondo (tienen Gingerale!!). Todo en este local es raruno. Genialidad o tomadura de pelo.
En definitiva, un local recomendable si les va el kitsch y las gyozas. Precios no baratos justificados si todo el trabajo lo hace el señor de las camperas hermano de Yoi Yoi y porque el japonés es por definición no barato. En todo caso se le puede dar una oportunidad si les entra un antojo o son unos fetichistas de las camperas y el Oeste. Experiencia muy curiosa a unos 15€ por cabeza. (Y regalo de caramelitos tipo Pez al final con la cuenta)
Horario concentrado en un par de franjas, cerrando a las 10 por la noche (bien hecho).
Ustedes mismos, que luego saldrá en algún blog moderno y se pondrá de moda. Les dejo las genialidades finales decorativas del local, algo freak pero muy simpático sin duda.

GENIALIDAD.

Viewing all 85 articles
Browse latest View live